lunes, 1 de diciembre de 2014

UN MISMO IDIOMA, DIFERENTES FORMAS DE HABLARLO

En nuestro país, España, hablamos el español, o quizás ¿deberíamos decir el castellano? Las dos formas de denominar nuestro idioma son correctas, pero sería más conveniente utilizar el nombre de español a nivel suprarregional, y castellano a nivel regional.
El español, se habla de forma diferente dependiendo de la situación geográfica en la que nos encontremos, y este fenómeno recibe el nombre de dialecto.

Entre los dialectos más importantes encontramos: el leonés, el aragonés y el andaluz.

El leonés
Las hablas leonesas han de buscarse en el área del antiguo reino de León. Las provincias de Asturias, Santander, León, Zamora, Salamanca, Cáceres y Badajoz presentan todavía restos del viejo dialecto. Estos rasgos han de buscarse en un área aún mayor, sobre todo en el lado oriental del antiguo reino, donde la frontera lingüística ha sido borrada por el empuje del castellano.

Uno de los rasgos más distintivos del leonés es la diptongación de las vocales breves latinas o y e, lo mismo en sílaba libre que en trabada, como el castellano. A diferencia del castellano, estas vocales diptongan, además, ante yod: cast. vengo, león. viengo.
Otro de los rasgos más característicos es la conservación del diptongo decreciente ou, ei, que existen en todo el leonés occidental: ousar, cantei.
Rasgo típico de las hablas leonesas es la epéntesis de yod a final de palabra: blandiu, mundiu.

El aragonés
El dialecto aragonés presenta, al oriente de la península, un correlato con el occidente leonés. Análogos fenómenos fonéticos, idénticas zonas extremas de interpretación y confusión. Pero las diferentes circunstancias históricas han trazado clara diversidad sobre las líneas separadoras.
Como el leonés, también el aragonés tiene el rasgo de diptongación de o y e breves.
Quizá uno de los rasgos más significativos del aragonés sea la conservación de la f inicial, sobretodo en el altoaragonés: ferraduras, fambre.

El andaluz
El andaluz es quizá el dialecto más conocido y más divertido, sobre todo por su ceceo y seseo. De todas las hablas peninsulares, el andaluz es la única variedad dialectal de orígenes no primitivamente románicos. Se trata de una evolución in situ del castellano llevado a las tierras andaluzas pos los colonizadores y repobladores a partir del siglo XIII y hasta los principios del XVI. Es pues, un subdialecto castellano. Las circunstancias históricas explican la presencia en el habla andaluza de numerosos arcaísmos y occidentalismos, debidos los primeros a la pervivencia mozárabe y los segundos a que la reconquista del territorio- excepto el reino de Jaén- fue debida a la acción conjunta de Castilla y León.

No hay apenas monografías locales sobre hablares andaluces. Existe, en cambio, una nutrida gama de ideas de propiedad común sobre los rasgos más salientes. Entre esas ideas generales destacan la creencia de que toda Andalucía es yeísta; la de la aspiración de la h- < f-, y la de –s final de palabra o sílaba.

El rasgo más significativo del andaluz, dentro de la conciencia lingüística peninsular, es el seseo, o el ceceo: identificación de la s y ᶿ en s o en ᶿ respectivamente, fenómeno que se opone a la distinción clara de estos sonidos en el resto de León, Castilla y Aragón.
En el territorio andaluz encontramos tres tipos de s que la hacen única y peculiar de Andalucía: cóncava, convexa y predorsal.

En el siguiente vídeo podemos apreciar perfectamente las características del habla andaluza, para poder comprobar directamente los rasgos nombrados más arriba, además de divertirnos con el léxico más utilizado, sobretodo de Granada:


Una vez conocidos  los dialectos más destacados del español, podemos decir que cada dialecto de nuestra tierra es igual de importante que el anterior, ya que los dialectos nacen de la cultura, sociabilidad y sobre todo del habla de un territorio concreto y aportan la identidad pertinente a cada lugar.

MARTA GONZÁLEZ LLUCH

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