En nuestro país, España, hablamos el
español, o quizás ¿deberíamos decir el castellano? Las dos formas de denominar
nuestro idioma son correctas, pero sería más conveniente utilizar el nombre de
español a nivel suprarregional, y castellano a nivel regional.
El español, se habla de forma diferente
dependiendo de la situación geográfica en la que nos encontremos, y este
fenómeno recibe el nombre de dialecto.
Entre los dialectos más importantes
encontramos: el leonés, el aragonés y el andaluz.
El
leonés
Las hablas leonesas han de buscarse en
el área del antiguo reino de León. Las provincias de Asturias, Santander, León,
Zamora, Salamanca, Cáceres y Badajoz presentan todavía restos del viejo
dialecto. Estos rasgos han de buscarse en un área aún mayor, sobre todo en el
lado oriental del antiguo reino, donde la frontera lingüística ha sido borrada
por el empuje del castellano.
Uno de los rasgos más distintivos del
leonés es la diptongación de las vocales breves latinas o y e, lo mismo en
sílaba libre que en trabada, como el castellano. A diferencia del castellano,
estas vocales diptongan, además, ante yod: cast. vengo, león. viengo.
Otro de los rasgos más característicos
es la conservación del diptongo decreciente ou,
ei, que existen en todo el leonés occidental: ousar, cantei.
Rasgo típico de las hablas leonesas es
la epéntesis de yod a final de palabra: blandiu,
mundiu.
El
aragonés
El dialecto aragonés presenta, al
oriente de la península, un correlato con el occidente leonés. Análogos
fenómenos fonéticos, idénticas zonas extremas de interpretación y confusión.
Pero las diferentes circunstancias históricas han trazado clara diversidad
sobre las líneas separadoras.
Como el leonés, también el aragonés
tiene el rasgo de diptongación de o y e breves.
Quizá uno de los rasgos más
significativos del aragonés sea la conservación de la f inicial, sobretodo en
el altoaragonés: ferraduras, fambre.
El
andaluz
El andaluz es quizá el dialecto más
conocido y más divertido, sobre todo por su ceceo y seseo. De todas las hablas peninsulares, el
andaluz es la única variedad dialectal de orígenes no primitivamente románicos.
Se trata de una evolución in situ del
castellano llevado a las tierras andaluzas pos los colonizadores y repobladores
a partir del siglo XIII y hasta los principios del XVI. Es pues, un subdialecto
castellano. Las circunstancias históricas explican la presencia en el habla andaluza
de numerosos arcaísmos y occidentalismos, debidos los primeros a la pervivencia
mozárabe y los segundos a que la reconquista del territorio- excepto el reino
de Jaén- fue debida a la acción conjunta de Castilla y León.
No hay apenas monografías locales sobre
hablares andaluces. Existe, en cambio, una nutrida gama de ideas de propiedad
común sobre los rasgos más salientes. Entre esas ideas generales destacan la
creencia de que toda Andalucía es yeísta; la de la aspiración de la h- < f-, y la de –s final de
palabra o sílaba.
El rasgo más significativo del andaluz,
dentro de la conciencia lingüística peninsular, es el seseo, o el ceceo:
identificación de la s y ᶿ en s o en ᶿ respectivamente, fenómeno que se opone a
la distinción clara de estos sonidos en el resto de León, Castilla y Aragón.
En el territorio andaluz encontramos
tres tipos de s que la hacen única y
peculiar de Andalucía: cóncava, convexa y predorsal.
En el siguiente vídeo podemos apreciar
perfectamente las características del habla andaluza, para poder comprobar
directamente los rasgos nombrados más arriba, además de divertirnos con el
léxico más utilizado, sobretodo de Granada:
Una vez conocidos los dialectos más destacados del español,
podemos decir que cada dialecto de nuestra tierra es igual de importante que el
anterior, ya que los dialectos nacen de la cultura, sociabilidad y sobre todo
del habla de un territorio concreto y aportan la identidad pertinente a cada
lugar.
MARTA GONZÁLEZ LLUCH
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