domingo, 23 de noviembre de 2014

DIFÍCIL DE BORRAR

Son millones las personas en el mundo que optan por marcar su piel con algún tipo de huellas: de amor, filosofía de vida, ideología, sentimientos y toda clase de pensamientos para reflejarlos al exterior. Esto es posible gracias a los tatuajes.

Nos pueden gustar más o menos, pero no hay nada peor que un tatuaje con faltas de ortografía. La culpa puede ser o bien de los que quieren hacerse el tatuaje, por darle la frase o el texto mal escrito al tatuador, o por los propios tatuadores, que al decirle el cliente lo que quiere, no saben escribir con corrección.

En el segundo caso, todas las personas que van a tatuarse llegan con ilusión de grabarse aquella frase o texto con el que se identifican; sin embargo, se van con la marca más vergonzosa de su vida. Algunos de los casos fueron recogidos hasta por los medios de comunicación, ya que los clientes demandaron al tatuador por negligencia y por ‘desgraciarles’ la vida.

Estos son los casos que más giran por la red, que más llaman la atención o los más “fuertes” o graves:

Uno de los errores más graves en la ortografía española es no ponerle al verbo “haber” la “h”. El hecho de escribirlo sin “h” está muy mal visto, y se asocia a gente con pocos estudios o de un nivel sociolecto bajo.
Otro error muy grave es el de confundir la “v” y la “b”. En este caso, se escribe con “v” una palabra que es con “b”. Aunque en español “v” y “b” se pronuncian igual (betacismo), en la ortografía tienen representaciones distintas.

Aquí tenemos dos casos en los que encontramos fenómenos lingüísticos contarios. En la primera imagen se sustituye la “s” por la “c” (ceceo); y en la segunda, la “c” por la “s” (seseo). Además, en ninguna frase, aparece la acentuación por ningún lado: “aprendi”, “deprecion” y “fasil” no están acentuadas.

No solo encontramos erratas en personas anónimas, sino que los famosos (o los tatuadores de los famosos) también cometen faltas y tienen su repercusión, más que justificada, en las redes sociales. Por ejemplo, Kiko Rivera indigna Twitter con la ortografía de su nuevo tatuaje.
No es el primero que se hace, ni el más original. Sin embargo, este tatuaje ha sido el que más críticas ha levantado. El hijo de Isabel Pantoja ha estampado bajo su piel el siguiente texto [sic]: «Cuando quieras emprender algo habra mucha gente que te dira que no lo hagas. Cuando vean que no te pueden detener te diran como lo tienes que hacer. Y cuando finalmente vean que lo has logrado... diran que siempre creyeron en ti», se lee en su brazo, y añade: «Sigo luchando».
Al margen del contenido de la frase, en el párrafo se encuentran hasta cinco faltas de ortografía –faltan cinco tildes – y se echan en falta varias comas a lo largo de las frases. Twitter se hizo eco de la noticia criticando la poca corrección ortográfica del tatuaje –cuyo tatuador es mencionado por Kiko Rivera a través del tuit con el que acompañó la foto –. Kiko no tardó en saltar [sic]: «Los imbeciles en vez de fijarse en el significado se fijan en las tildes.... anda ya!!!!». Se echa de menos la tilde en «imbéciles» y un correcto uso de los signos de puntuación.

Otro caso de famosos con faltas de ortografía es el de Ezequiel Lavezzi, aunque es un caso de error y corrección.

Un póster gigante de Ezequiel Lavezzi dejó al descubierto una falta de ortografía en uno de sus tatuajes. El diario deportivo “Olé” sacó una foto del delantero para la platea femenina, que no deja de suspirar por los trabajados músculos y tatuajes de “Pocho”. Pero, precisamente, esa imagen permitió descubrir un error que ya fue reparado. “No es más rico quién más tiene, sino quién menos necesita”, indica el texto sobre el bíceps derecho del jugador de la Selección. Pero lo más sorprendente es que sobre la “C” de “necesita” hay una corrección, ya que originalmente, como se ve en la imagen, estaba escrito con “S”. Al menos, en este caso se tiene en cuenta el mal prestigio social que tienen las faltas de ortografía, se ha corregido a tiempo y queda bastante disimulado el error cometido al principio.

Y es que un tatuaje es para toda la vida.

MARÍA ROSELLÓ

¡PERO QUÉ VEN MIS OJOS!

Una red social es una forma de representar una estructura social, asignándole un símbolo, si dos elementos del conjunto (tales como individuos u organizaciones) están relacionados de acuerdo a algún criterio (relación profesional, amistad, parentesco, etc.) entonces se construye una línea que conecta los nodos que representan a dichos elementos. El tipo de conexión representable en una red social es una relación de lazo interpersonal, que se puede interpretar como relaciones de amistad, parentesco, laborales, entre otros.

Las redes sociales actualmente forman parte de nuestras vidas, tanto de las vidas de los jóvenes como la de los más mayores. Este fenómeno, que se ha apoderado de nuestro día a día, parece ser una especie de fiebre que implica tener que publicar “todo” o casi todo lo que hacemos, con quién lo hacemos, dónde lo hacemos, etc. Al principio todos nos negábamos a exponer públicamente nuestras vidas en una red social, pero ahora nos gusta, y cada vez necesitamos más, porque nos encanta que a los demás les guste lo que publicamos, es divertido y hasta te sube la autoestima y te sientes feliz.

Pero esta entrada no ha sido creada para hablar de cómo las redes sociales forman parte de nuestra cotidianidad, sino para hablar de los múltiples errores que cometemos los usuarios de las mismas. Ningún día me he levantado sin mirar antes Facebook, por ejemplo, y tampoco me suelo levantar sin ver un error ortográfico en las publicaciones que hace la gente en Facebook o Twitter.

Los errores en las publicaciones en las redes sociales son frecuentísimos, ya que hay que tener en cuenta la multitud de gente que las utiliza, y que puede que no tenga ningún nivel o un nivel bajo de estudios. También los hay con estudios y que también cometen errores por dudas, hipercorrección o ultracorrección, relacionados con la competencia lingüística del hablante.

Entre los errores más frecuentes destacamos los siguientes:

El verbo haber escrito sin h o con v. La gente suele prescindir de la h en este verbo. También suelen escribir el verbo haber queriendo decir a ver. Aquí podemos observar un ejemplo de un usuario de Twitter, que escribe el verbo haber sin h, ha ido por a ido:
Se producen errores frecuentes como el cambio de la b por la v, ya que su pronunciación es prácticamente igual y solemos confundirlas. Este error suele producirse por la falta de práctica que tiene la mayoría de la gente de no escribir frecuentemente ni leer. La lectura y escritura son aspectos muy importantes para el aprendizaje del correcto saber ortográfico de las palabras. En este caso, por ejemplo, encontramos el error de un usuario en Twitter que publica “lavios” cuando en realidad es labios:

Otro error que cometemos muy a menudo es escribir “ai” en vez de ahí, refiriéndonos a un lugar que se encuentra muy cercano a nosotros; o “ay” y “ai” en lugar de hay, del verbo haber; o la interjección ¡ay! confundiéndola con “hay” del verbo haber o “ahí” que es un determinante que indica lugar. Y es que la mayoría de la gente no tiene seguridad a la hora de escribir. Esto hace que no sepan donde tiene que ir la h en una palabra; o si se ha de poner o no; es difícil saber qué palabras la llevan, ya que no se pronuncia. Si no nos acostumbramos a escribir las palabras que llevan h, es complicado para la mayoría de personas saberlo. Estos son algunos ejemplos:

Así como es difícil poner la h en el sitio correcto, también es frecuente poner la h donde no toca, aquí también están presentes la hipercorrección y la ultracorrección. Aquí mostramos un ejemplo de un usuario de Facebook:

Gracias al gran uso de la red y a las nuevas tecnologías, tenemos a nuestra disposición el servicio online que ofrece la Real Academia Española, a través del cual podemos consultar cualquier tipo de duda ortográfica o de cualquier otro tipo en lo referente a las palabras. También disponemos de la RAE en Twitter como usuario, para preguntar a sus miembros directamente por las dudas que tenemos en la escritura, que actualmente son muchas.
Sabiendo esto, no tenemos excusa para no escribir correctamente en nuestras publicaciones de las redes sociales, porque podemos consultar la RAE en cualquier momento y además está al alcance de todos. Espero que esta información sirva para que toda la gente reflexione sobre su correcta escritura, ya que es muy importante y dice mucho de nosotros, además de “hacer daño a la vista” por ejemplo ver el verbo haber sin h.

MARTA GONZÁLEZ

EL LENGUAJE INVISIBLE Y CIFRADO DE LOS ABANICOS

Estoy segura, que como yo, muchos de nosotros vemos los abanicos como instrumentos para facilitar la refrigeración durante los calurosos meses de verano; instrumento reservado a mujeres y, sobre todo, adultas y mayores. Me imagino que, pocos de nosotros, no nos hemos planteado nunca que estos instrumentos puedan servir para comunicar un mensaje.

Este instrumento era ya utilizado por los egipcios, tanto para hacer aire como para espantar insectos. Esta costumbre la adoptaron los griegos y romanos. En China, los abanicos tienen también una historia milenaria y mucha importancia en hombres y mujeres.

En el siglo VII un japonés inventa el abanico plegable que todos conocemos, pero no llegará a Occidente hasta el siglo XV gracias a los intercambios comerciales. Será en el siglo XVII cuando se extiende su uso en nuestro país. En este momento, el abanico era utilizado por mujeres y hombres sin distinción. 

La verdadera época de esplendor aconteció durante los reinados de Luis XIV y Luis XV. Para cualquier gran señora de aquellos tiempos, el abanico era el complemento indispensable a su vestuario. En su fabricación se utilizaban materiales de lujo, desde piedras preciosas, oro y metales preciosos, hasta telas italianas (consideradas las más lujosas del mundo). Se pintaban acuarelas realizadas por los pintores más importantes del momento y sus varillas se fabricaban con oro, plata, nácar, carey, marfil...

En Europa se fabricaban abanicos para todo tipo de usos imaginables. Los había para los lutos, pintados en blanco, negro y gris; de satén para las bodas. También se encontraban los impregnados en perfume que al abanicarse desprendían su fragancia. Llegaron también a fabricarse con pequeñas ventanitas o espejitos incrustados que permitían observar sin ser observados. Por supuesto en Venecia ya se usaban los abanicos careta para asistir a los bailes de máscaras y carnavales. 

Los abanicos desempeñaban un papel muy importante: "el lenguaje del abanico", que ya en los tiempos de los Tudor se desarrolló en Inglaterra y se hizo especialmente popular entre las mujeres victorianas de clase media-alta. 
Como ya hemos avanzando, el abanico tenía su propio lenguaje. Con ellos se hacían confidencias y también era posible utilizarlos para dar ánimos a un pretendiente tímido.

Una frase del escritor inglés del siglo XVI, Joseph Addison, ha llamado mucho la atención porque refleja la importancia de estos instrumentos en un momento determinado: «Los hombres tienen las espadas, las mujeres el abanico, y el abanico es, probablemente, un arma igual de eficaz».

El abanico constituye un  instrumento de comunicación ideal en un momento en el que la libertad de expresión de las mujeres estaba totalmente restringida. Cuando las damas iban a los bailes eran acompañadas por su madre o por una señorita de compañía, con el fin de que estas velasen por su comportamiento. Las señoritas de compañía eran muy celosas en el desempeño de la labor que se les encomendaba, por lo que las jóvenes tuvieron que inventarse un medio para poder comunicarse con sus pretendientes y pasar desapercibidas.

Este objeto se convirtió en un auténtico parapeto de todo un repertorio que iba desde las sonrisas ingenuas, hasta auténticas declaraciones de enamorados. Existían diferentes lenguajes del abanico pero todos ellos utilizaban como regla común la colocación del objeto en cuatro direcciones con cinco posiciones distintas en cada una de las cuatro. Con ese sistema se iban representando las letras del alfabeto.
Pero además de esa regla general, había ciertos gestos con significado ya conocido por todo el mundo. Este lenguaje invisible, gestual y cifrado con el que expresar sentimientos o pasar contraseñas con todo tipo de finalidad se hacía en función de cómo fueran sus movimientos, posición o colocación. A continuación nombraremos una lista de mensajes que se transmitían con este instrumento:

Sostener el abanico con la mano derecha delante del rostro: sígame.

Sostenerlo con la mano izquierda delante del rostro: busco conocimiento.

Mantenerlo en la oreja izquierda: quiero que me dejes en paz.

Dejarlo deslizar sobre la frente: has cambiado.

Moverlo con la mano izquierda: nos observan.

Arrojarlo con la mano: te odio.

Moverlo con la mano derecha: quiero a otro.

Dejarlo deslizar sobre la mejilla: te quiero.

Presentarlo cerrado: ¿me quieres?

Dejarlo deslizar sobre los ojos: vete, por favor.

Tocar con el dedo el borde: quiero hablar contigo.

Apoyarlo sobre la mejilla derecha: sí.

Apoyarlo sobre la mejilla izquierda: no.

Abrirlo y cerrarlo: eres cruel.

Dejarlo colgando: seguiremos siendo amigos.

Abanicarse despacio: estoy casada.

Abanicarse deprisa: estoy prometida.

Apoyar el abanico en los labios: bésame.

Abrirlo despacio: espérame.

Abrirlo con la mano izquierda: ven y habla conmigo.

Golpearlo, cerrado, sobre la mano izquierda: escríbeme.

Abierto, tapando la boca: estoy sola.
Aunque parecía que los abanicos solo servían como complemento de moda y/o herramienta contra el calor, los abanicos han tenido una función importante a lo largo de la historia. En este artículo hemos querido mostrar cómo un simple complemento, prácticamente no utilizado por nuestra generación, ha tenido gran importancia como sistema de comunicación en un momento determinado. El lenguaje de los abanicos es un lenguaje desconocido por la mayoría y por eso nos ha parecido interesante explicarlo para que la gente lo conozca. 

AMANDA PULIDO

AMBIGÜEDAD

En el lenguaje diario la ambigüedad se refiere a las oraciones que pueden ser interpretadas de más de una manera, interpretaciones que pueden deberse tanto a deficiencias de los usuarios de la lengua, como a deficiencias del sistema de la lengua, o ambos.

La verdadera comunicación se produce únicamente cuando el receptor interpreta correctamente lo que el emisor pretende comunicarle. En este caso se dice que tanto emisor como receptor tienen en su mente el mismo referente. No obstante, esto no ocurre siempre, puesto que hay muchos obstáculos en el curso de una comunicación para que esta pueda ser exitosa, el más difícil de evitar y más frecuente es la ambigüedad.

Así pues, una palabra ambigua se refiere a varios referentes o al menos a más de uno. A continuación vamos a hacer una breve clasificación de los tipos de ambigüedad:

- AMBIGÜEDAD LÉXICA O POLISEMIA: ambigüedad léxica o polisemia de una palabra se refiere a los diferentes significados que tiene una palabra, tantas como pueda mostrar un diccionario; esta multiplicidad de significados la llamamos polisemia. Los ejemplos típicos son la palabra banco: banco de sentarse, banco como caja de ahorros o banco de peces; o la palabra carta:

El elemento que nos ayuda a diferenciar los significados es el contexto, pero hay situaciones en las que este no proporciona suficiente información (ej.: titular de un periódico).



Muchos consideran que este tipo de ambigüedad con palabras que pueden conducir a error deben evitarse, puesto que el receptor necesita esforzarse y prestar más atención para descubrir qué debe entender cuando estas se usan. El uso de palabras polisémicas implica que el autor deba aclarar el contexto, y en ocasiones deba dar más detalles sobre su significado específico (en cuyo caso, se debería usar un término menos ambiguo). El objetivo de la comunicación clara y concisa es que el receptor no tenga ninguna equivocación sobre lo que se quería transmitir. Una excepción a esto podría incluir a un político que intencionadamente juega con las palabras para así conseguir apoyos basado en deseos múltiples e incluso contradictorios. La ambigüedad es una herramienta importante en la política.

Más problemáticas son las palabras cuyos sentidos expresan conceptos estrechamente relacionados. Bueno, por ejemplo, puede significar ‘útil’ o ‘funcional’ (es un buen martillo), ‘ejemplar’ (es una buena estudiante), ‘agradable’ (la sopa está buena), ‘que tiene honradez’ (es una buena persona), ‘que tiene un buen tipo’ (su novio está muy bueno), etc. Así, no está claro qué se quiere decir con: “tengo una hija buena”. O como veremos en la imagen siguiente, la palabra solo:
-AMBIGÜEDAD SINTÁCTICA: aparece cuando una frase o una oración compleja se pueden analizar de varias formas:

Ej.: “Compró los libros baratos”: en esta construcción baratos puede ser el adjetivo de libros, esto significaría que había libros caros y baratos y que compraron los baratos; también puede considerarse como un complemento predicativo, en este caso el emisor de esta frase nos está diciendo que logró comprar los libros baratos.

Este tipo de ambigüedad suele aparecer con adjetivos que pueden funcionar como adverbios, un ejemplo de ello podría ser:

“arregló el camión solo/rápido”: esto podría significar que una persona sola arreglara el camión o que esa única persona solo arreglara un camión; en el caso de “rápido” puede considerarse que hay varios camiones y solo arreglan el rápido, o que la persona que ha arreglado el camión lo haya hecho rápidamente.

“la fotografía”: podemos considerar que “fotografía” es un sustantivo, pero también puede ser un pronombre, así pues, significaría que una persona A está fotografiando a una persona B.

-AMBIGÜEDAD FONÉTICA: este tipo de ambigüedad se da cuando hay varios modos de componer un conjunto de sonidos en palabras, ejemplos de ello son:

"¿qué es de Pilar?”: puede entenderse como: “¿qué es depilar?

“¿me diste la caja?”: fácilmente confundible con “¿mediste la caja?”

-AMBIGÜEDAD SEMÁNTICA: se da cuando una palabra o concepto tiene un significado difuso basado en el uso informal o generalizado. Ejemplos de ello son:

“le compró flores”: el complemento indirecto (le) puede referirse al destinatario de las flores, es decir, a la persona a la que van dirigidas: “le compró flores (a María)”; o puede referirse a la persona que las vende.



Por último, después de explicar y ejemplificar los tipos de ambigüedad, cabe comentar que, en muchas ocasiones, se utiliza la ambigüedad para hacer reír. Esto lo veremos, próximamente, en una entrada que estamos preparando sobre una serie española que utiliza, entre otros, la ambigüedad como proceso de desautomatización.

ALBA NEGRE

miércoles, 12 de noviembre de 2014

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN TAMBIÉN SE EQUIVOCAN

En nuestro día a día, como personas pertenecientes a la sociedad española, nos gusta estar informados de todo lo que sucede a nuestro alrededor en la actualidad, sin embargo,  ¿debemos fiarnos siempre de los medios de comunicación?, ¿no cometen errores?
La respuesta es sí, y a parte de cometer a veces errores en cuanto a la información que nos transmiten, lo más frecuente es que nos encontremos con graves faltas ortográficas o de coherencia que nos pueden llevar a la confusión e incluso a producir nosotros mismos esos errores, ya que solemos considerar a los medios de comunicación como un modelo a seguir en nuestra rutina diaria.
Mi intención en esta entrada es mostrar los errores que se cometen en los medios de comunicación y que me han parecido frecuentes y muy llamativos, Al mismo tiempo, quiero concienciar a la población de que no siempre deben fiarse de los medios de comunicación.
A continuación podemos ver algunos ejemplos de errores en televisión o prensa:
Uno de los ejemplos más llamativos, se cometió en los informativos de La Sexta, concretamente el 13 de julio de 2014. En este caso, se trata de un error ortográfico, concretamente en el rótulo de la pantalla de los informativos se podía leer: “ATAQUE DEBASTADOR” en lugar de “ATAQUE DEVASTADOR”, que sería lo correcto.
Sabemos que, aunque b y v equivalen a dos sonidos diferentes, gran parte de los hablantes tiende a pronunciarlas como si ambas fueran una b. Como consecuencia, este error en la pronunciación se traslada a la escritura, por lo que son frecuentes este tipo de errores. Lo mismo sucede con las grafías g y j.
Otro de los errores más frecuentes es la “metátesis” en algunas palabras, es decir el cambio de posición de unos sonidos por otros en una misma palabra.  Aquí podemos ver “poralizadas” por “polarizadas”, un error que cambia completamente el significado de la palabra y que la mayoría de las personas realizamos a menudo. En este caso, se intercambia de posición  la “l” por la “r":
Por último, nombraremos uno de los errores más llamativos y divertidos en los medios de comunicación en este año, 2014. La informadora en este caso fue Mariló Montero, presentadora de “Las mañanas de la 1”, que se caracteriza, entre otras cosas, por cometer gravísimos errores en el programa que presenta. El que mostramos a continuación es un error muy grave, la presentadora confundió la fórmula de pésame abreviada “Q.D.E.P” por una firma de un familiar de Asunta, una niña fallecida el año pasado, en una carta que le escribieron sus familiares:
Y esta es su posterior repercusión en Twitter:
Así pues, estos son algunos de muchos errores que podemos encontrar día a día en los medios de comunicación.
MARTA GONZÁLEZ

NUESTRA CARA TAMBIÉN HABLA

El lenguaje no verbal se refiere a los mensajes que se envían a través de los gestos corporales y expresiones faciales. Los expertos afirman que solo el 7 % de nuestra comunicación se realiza de manera verbal, el resto de la comunicación la hacemos por medio de nuestro lenguaje corporal, tono de voz y las expresiones faciales. Toda la vida estuvimos enviando mensajes a los demás a través de nuestra postura, los gestos y expresiones, sin darnos cuenta que esto estaba sucediendo.

Vamos a centrarnos  en dos aspectos: las expresiones y los gestos.

LAS EXPRESIONES
Según la teoría de Knapp, el rostro es rico en potencialidad comunicativa. Por ello y debido a su gran visibilidad, suele prestarse mucha atención a los mensajes expresados por el rostro de los demás.

Un aspecto muy importante es que hay reglas de expresión que aprendemos, como por ejemplo no reírse en los funerales, y que ciertas manifestaciones de afecto son adecuadas en determinados lugares y momentos e inadecuadas en otros.

Otro aspecto importante de nuestras expresiones faciales estriba en el hecho de que no siempre representamos estados emocionales simples o “puros”, en los que, por ejemplo, todas las partes del rostro muestren cólera. Sino que, por el contario, el rostro es portador de múltiples emociones, que se denominan mezclas de afectos.   

Aunque el rostro es capaz de realizar cientos de movimientos distintos y de comunicar muchos estados emocionales, los investigadores se han centrado desde 1940 fundamentalmente en la sorpresa, el miedo, el cólera, el disgusto, la felicidad y la tristeza.

Es necesario destacar que no parece que exista una zona del rostro que revele mejor las emociones, sino que para cada emoción particular hay una zona concreta de la cara que es la que produce la mayor información acerca de dicha emoción.

El estudio realizado por Ekman, Friesen y Tomkins (“Facial affect Scoring Technique: A first Validity Study”) demuestra que todas las personas compartimos unos rasgos comunes en cada expresión facial. A continuación veremos algunos ejemplos:
Sorpresa:

Miedo:

Felicidad:

Tristeza:

Ira:
Asco:


LOS GESTOS
Los gestos son movimientos del rostro y de las manos con los que expresamos diversos efectos del ánimo. Por ejemplo: sonreímos cuando estamos alegres o algo nos causa gracia, o nos ponemos tristes cuando algo nos molesta o nos hace años. Los gestos han sido catalogados de distintas maneras según la época y los autores.

La autora Sandra Cerny Milton (Dance Mind & Body, 2003), clasifica el movimiento con capacidad de comunicación en cinco tipos:
  • Gestos emblemáticos
  • Gestos ilustrativos o ilustradores
  • Gestos que expresan estados emotivos
  • Gestos reguladores de interacción
  • Gestos de adaptación

Y la gran Doris Humphrey (Ther art of Making Dances, 1959), clasificó el gesto en cuatro tipos:
  • Gesto social
  • Gesto funcional
  • Gesto ritual
  • Gesto emocional

Además de estas dos clasificaciones, los gestos pueden clasificarse en dos tipos: innatos y adquiridos.

Los gestos innatos corresponden a aquellos gestos que compartimos todos los humanos, sin importar nuestro origen cultural o social. Todos los humanos reaccionamos de la misma forma o de manera similar, con un reflejo-respuesta a estímulos como la alegría, la tristeza, el miedo, la ira, el asombro, etc.
Por ejemplo: levantamos las cejas y ponemos los labios en O para expresar sorpresa. Arrugamos el ceño y las cerramos apretadamente los ojos por el dolor de habernos golpeado alguna parte del cuerpo. Fruncimos el entrecejo cuando algo nos molesta.

Los gestos adquiridos, en cambio, son aquellos que aprendemos por medio de la imitación de los gestos que hacen las personas que nos rodean.  Varían en cada cultura y su uso depende en gran medida de la situación comunicativa, formal o informal, en la que nos encontramos. Por ejemplo: aprendemos a aplaudir de gozo cuando presenciamos un espectáculo que nos gusta. Los occidentales nos estrechamos las manos saludando a alguien. Los orientales, en cambio, se saludan inclinando el cuerpo hacia adelante.

Para concluir, podemos decir que el significado de todo mensaje no verbal variará de acuerdo con una multitud de factores, por ejemplo, el contexto cultural y ambiental, la relación entre los comunicantes, la intensidad y la duración del mensaje, la percepción de dicho mensaje como intencional o no, etc. Además, también hay que tener en cuenta que el lenguaje no verbal se puede fingir. 
No es una materia sobre la que se hayan hecho muchos estudios a lo largo del tiempo, pero las investigaciones acerca de la comunicación se han incrementado en los últimos años debido a que los científicos han comenzado a sentirse atraídos por el tema.


MARÍA ROSELLÓ

¡QUÉ RICO ES EL CASTELLANO!


El lenguaje castellano es un lenguaje bastante difícil de aprender, no solo por la gramática o el vocabulario, sino también por las excepciones y acepciones, que son muy abundantes en nuestro idioma.
Según el diccionario de la Real Academia Española, una acepción es "cada uno de los significados de una palabra según los contextos en que aparece’’.

Una palabra puede tener más significaciones, y la significación depende muchas veces  del contexto. Por ejemplo la palabra aire, que puede referirse al fenómeno atmosférico, es decir, sinónimo viento, también se puede usar dependiendo del contexto comunicativo en expresiones como: ‘’estar en el aire’’, referido a cuando programas de radio o televisión están en directo; ‘’darle un aire’’, cuando nos referimos al parecido entre dos personas; o ‘’faltar un aire’’, menos frecuente.

Otro ejemplo es la palabra carrera, esta puede ir referida a una competición deportiva, a los estudios superiores, a una calle, etc.

Con toda esta información podemos decir que es muy probable que una palabra tenga más significaciones o, mejor dicho, acepciones, que solo una.

Y si casi todas las palabras tienen tantas acepciones ¿cómo es posible, para un hablante no nativo del castellano, entender y saber todas?

En el programa Herrera en la onda de la radio Onda Cero España, había una sección que trataba las acepciones en castellano. En este programa, se han usado palabras como “cojones” y sus muchas acepciones. Todo depende del contexto, de la situación en la que se use la palabra. En el programa, se explica las diferencias en los significados que dependen de los diferentes contextos:
  • Número utilizado
  • Combinación con un verbo
  • El tiempo del verbo utilizado
  • Prefijos y sufijos
  • Preposiciones
  • El color – la forma – la textura – el tamaño
  • Interjección

Para un extranjero es imposible saber y entender todos los diferentes significados. Si yo, como extranjera, comparo el castellano con mi lenguaje, que es el holandés, no puedo encontrar ninguna palabra que tenga tantas acepciones como la palabra “cojones”, ni como la palabra aire, por ejemplo.

En conclusión, pienso que no hay otra lengua en el mundo con la que se puedan decir tantas cosas diferentes con una misma palabra.


¡Qué rico es el castellano! 

ELINE VAN DER VELDEN

EL SILBO GOMERO

¿Qué es el silbo gomero?
El silbo gomero es un lenguaje silbado característico de la isla de La Gomera y representativo de la cultura canaria. Este lenguaje permite cambiar una gama ilimitada de mensajes al reproducir mediante silbidos las características sonoras de una lengua hablada.

Se utiliza desde tiempo inmemorial para comunicarse a grandes distancias. Se trata de un lenguaje articulado que permite intercambiar una gama ilimitada de mensajes al reproducir mediante silbidos las características sonoras de una lengua hablada. En la actualidad, reproduce el castellano hablado en las Islas Canarias pero, teóricamente, podría hacer lo mismo con cualquier otra lengua.

¿Tiene utilidad? 
Dentro del Archipiélago Canario, la isla de la Gomera, es escenario de este tipo de lenguaje. De forma casi circular, con 372 km cuadrados de superficie, muestra en su centro un pico elevado desde donde bajan hacia el mar gargantas profundas. No hay llanuras y el traslado de un sitio a otro puede ser lento. Es por eso, que el silbo es de tanta utilidad para los habitantes de la isla. Un silbador puede ser entendido a 7 kilómetros de distancia y aún más (hasta 13 km), si las condiciones climáticas son favorables (ausencia de viento).

El silbo gomero se caracteriza por ser, principalmente, un lenguaje social, apto para el ámbito colectivo en mucha mayor medida que para el privado. Aunque en algunas ocasiones se ha utilizado como lenguaje secreto –durante la conquista, en guerras, para realizar contrabando–, los mensajes emitidos mediante el silbo son públicos porque así lo exige la propia naturaleza de este lenguaje. Lo que se transmite con el lenguaje silbado puede ser escuchado por personas que no son los destinatarios. En este aspecto, el conocimiento o desconocimiento del silbo gomero ha contribuido a crear un mayor o menor sentido de pertenencia a la comunidad, si bien a nadie se le ha impedido nunca su aprendizaje y práctica.

La función principal que tiene el silbo es permitir la comunicación entre personas que se encuentren a grandes distancias. En este fenómeno se mezclan el pasado y el presente, ya que no se trata de una reliquia, sino de un hecho físico actual. Era el modo más natural para comunicarse a larga distancia en épocas pasadas y aún hoy se escucha en los valles y corre por los barrancos.

¿Existen otros?
Aparte existen otros ejemplos que no encuentran ningún tipo de conexión con el silbo gomero. Se conocen más de cuarenta sociedades africanas en las que se practica algún tipo de lenguaje silbado, siendo los más conocidos los Diola en Senegal, y los Yoruba en Nigeria, así como en Kusköy (Turquía), Tepehua y Mazateco (México), Antia (Grecia), Abu Wan (Nueva Guinea), los bai (China) y losChepang (Nepal).

Pero muchos de ellos, no están estructurados como un lenguaje y por eso no interesan tanto para analizar lingüísticamente, suele tratarse de códigos aplicados a determinadas funciones sociales. Por otro lado, todos los demás lenguajes silbados conocidos en África, Asia, América y Europa, se diferencian del silbo gomero en que corresponden a sociedades muy primitivas o aisladas. El de Canarias es el único inserto en un entorno moderno y desarrollado, ya que forma parte indiscutible de su atractivo turístico.

¿Cuál es su origen?
La historia del silbo gomero se remonta al periodo prehispánico. Es fruto de la mezcla de la historia y las leyendas, por eso su origen es discutible. Uno de los orígenes más aceptables es un origen norteafricano. Existe un lenguaje silbado en la tribu de los diola, en Senegal, que podría tener alguna relación con el origen del silbo gomero (estudio de Marie- Louis Moreau en 1997).

También existe la hipótesis de que los gomeros prehispánicos (y probablemente los habitantes de otras islas, como el Hierro) conservaban una modalidad silbada de su lengua originaria, reforzada por los paisajes montañosos de las islas. Cuando los primeros conquistadores europeos llegaron a la Gomera en el siglo XV, los habitantes de la isla ya se comunicaban mediante el lenguaje silbado. Gracias a la capacidad de adaptación del silbo a una lengua distinta de la originaria, no le costó asimilar la lengua de los conquistadores.

La obra francesa “Le Canarien”, refleja la crónica de la conquista de Canarias relatada por dos de sus protagonistas, Gadifer de la Salle y Jean de Béthencourt, “caballeros nativos del reino de Francia”, que manifiestan en algunos de sus capítulos, las primeras referencias sobre el lenguaje silbado de la isla de la Gomera. Ambos defendían la teoría ya desechada, de que los lugareños hablaban de ese modo tan extraño porque, tras cometer un crimen, fueron castigados por un príncipe. Dicho castigo consistió en cortarles la lengua. Eso es erróneo ya que este órgano vital para emitir sonido actúa como agente articulador del silbo.

¿Qué características lingüísticas tiene?
Ramón Trujillo es uno de los pocos investigadores que se dedicaron al estudio lingüístico del lenguaje silbado de la Gomera. En 1978, publicó los resultados de su trabajo sobre el “Análisis lingüístico del silbo gomero”. Obra de gran valor, que permitió conocer mejor el silbo gomero y diferenciarlo de otras comunicaciones de silbo u otros códigos convencionales.

Apoyando la extremidad de un dedo sobre la lengua, o dos dedos semejantes de ambas manos dispuestos en V con el vértice hacia el fondo de la boca; o colocando entre los arcos dentarios y en flexión (el más frecuente). Sea cual sea la forma en que se empleen los dedos, siempre queda un espacio comprendido entre ellos.
La comunicación realizada mediante el silbo se suele iniciar con un elemento ilocutivo que no tiene valor semántico y que sirve para llamar la atención del interlocutor. Las marcas de género y número son las mismas que las del castellano, al igual que las conjugaciones verbales.

El silbo gomero posee una doble articulación, es decir, combina unidades mínimas dotadas de significado para producir otras más amplias que tienen un significado nuevo, pero también emplea fonemas sin significado para elaborar palabras que sí lo tienen. En realidad, es un lenguaje reductor que simplifica la fonología del castellano al adaptarla a las limitaciones impuestas por el silbido.
Posee, a imitación de los lenguajes naturales, una estructura doblemente articulada: una primera articulación en palabras y una segunda en unidades indivisibles mínimas sonoras (los fonemas).

El lenguaje silbado carece de palabras propias. No existe ningún fragmento silbado que posea significado propio, sino solo valores fonológicos que permiten su interpretación. Lo único que hace que el silbo no sea un lenguaje “especial” es su carácter sustitutivo: no es una lengua propia, sino un mecanismo de sustitución.
Se sirve del aparato fonador que se limita a la parte anterior de la boca, entre los labios y el paladar duro, con el apoyo de la lengua y el refuerzo potestativo de uno o dos dedos. Dispone de un registro que puede recorrer cerca de dos octavas, si bien no suele pasar de media. Los labios hacen de cuerdas vocales, la cavidad bucal de tubo de resonancia y la lengua de agente articulador del silbo, en el que se distingue el timbre, intensidad, tono y duración.

Consta de cuatro sonidos consonánticos y dos vocálicos. Las cinco vocales del castellano se reducen a dos:
Las consonantes son graves como en el español hablado. Se reducen a cuatro (aunque tampoco pueden considerarse como verdaderas consonantes).
Actualmente, esta reducción implica un considerable grado de ambigüedad en la comunicación, pero los silbadores han hallado soluciones prácticas a este problema intercambiando tantas preguntas y respuestas como sean necesarias para comprender un mensaje con toda claridad. Por una parte, este proceder se basa en una enorme agilidad mental para sustituir unos conceptos por otros similares y en la posesión de un vocabulario mucho más amplio de lo que en principio cabría suponer. Por otra, la mayoría de los mensajes emitidos pertenecen a un contexto determinado que es conocido por el emisor y por el receptor.

Aquí presentamos unos ejemplos sobre una palabra o frase en lenguaje hablado y su equivalencia en el silbado.

Lenguaje hablado                                                          Lenguaje silbado
Mamá                                                                                      gagá
Papá                                                                                         kaká
Abuelo                                                                                    ageyo
Tío                                                                                           chío
¿Qué hora es?                                                                    Ké oya ei

¿Cómo es el silbo en la enseñanza?

Los cambios sociales producidos durante la última mitad del siglo XX situaron al silbo gomero al borde la extinción, con apenas unas decenas de personas mayores capaces de practicarlo. Las iniciativas de diversos agentes sociales de la isla de La Gomera y de parlamentarios nacionalistas de la misma, indujeron al Parlamento y al Gobierno de Canarias a elaborar una legislación concreta para salvaguardar y revitalizar el silbo gomero. Estas leyes –únicas en el mundo en cuanto a protección del patrimonio oral inmaterial– incluyen la enseñanza del lenguaje silbado de la Gomera en los planes de Educación Primaria y Segundaria Obligatoria de todos los colegios de la isla. Esta innovadora medida ha logrado que se garantice la pervivencia del silbo entre las nuevas generaciones.

Lo primero y básico es aprender a emitir el sonido del silbo, para ello se explica cómo se debe colocar el dedo o dedos, labio, lengua y cómo expulsar el aire para emitir sonido. A la vez, se van silbando palabras para que el receptor vaya captando la audición. Así trabajamos dos aspectos a la vez: la emisión y la audición. En el aula se procederá a llamar a cada alumno por su nombre silbando de manera que el alumno responda al ser reclamado. Cuando el alumnado ya sabe decir palabras como “mamá” (gagá) o “papá” (kaká), aprende mensajes sencillos como “¿Qué hora es? Son las doce (ké oya ei. Choi ya yoche), “dile que no voy” (yiye ke yo yo goi).

¿Cómo podemos aprender silbo?
Os proporcionamos unos pasos para aprender a producir el sonido silbado:
¿Tiene importancia el silbo gomero?
El silbo gomero es importante desde muchos puntos de vista: etnográfico, histórico, cultural, jurídico, etc.
El silbo gomero se propone como candidato a la UNESCO, representando así una obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad. Su candidatura sostiene que:
- El silbo gomero posee un valor excepcional como muestra del genio creador humano.
- Es la expresión de la cultura popular de la Gomera.
- Es un producto cultural y un proceso a través del cual se define una cultura.
- Se ha transmitido de generación en generación.
- Es una parte viva dentro de la actividad social de la comunidad gomera.

- Se ha salvaguardado y revalorizado en la comunidad y gracias a la demanda de los ciudadanos, se imparte incluso en centros docentes.

AMANDA PULIDO