domingo, 23 de noviembre de 2014

AMBIGÜEDAD

En el lenguaje diario la ambigüedad se refiere a las oraciones que pueden ser interpretadas de más de una manera, interpretaciones que pueden deberse tanto a deficiencias de los usuarios de la lengua, como a deficiencias del sistema de la lengua, o ambos.

La verdadera comunicación se produce únicamente cuando el receptor interpreta correctamente lo que el emisor pretende comunicarle. En este caso se dice que tanto emisor como receptor tienen en su mente el mismo referente. No obstante, esto no ocurre siempre, puesto que hay muchos obstáculos en el curso de una comunicación para que esta pueda ser exitosa, el más difícil de evitar y más frecuente es la ambigüedad.

Así pues, una palabra ambigua se refiere a varios referentes o al menos a más de uno. A continuación vamos a hacer una breve clasificación de los tipos de ambigüedad:

- AMBIGÜEDAD LÉXICA O POLISEMIA: ambigüedad léxica o polisemia de una palabra se refiere a los diferentes significados que tiene una palabra, tantas como pueda mostrar un diccionario; esta multiplicidad de significados la llamamos polisemia. Los ejemplos típicos son la palabra banco: banco de sentarse, banco como caja de ahorros o banco de peces; o la palabra carta:

El elemento que nos ayuda a diferenciar los significados es el contexto, pero hay situaciones en las que este no proporciona suficiente información (ej.: titular de un periódico).



Muchos consideran que este tipo de ambigüedad con palabras que pueden conducir a error deben evitarse, puesto que el receptor necesita esforzarse y prestar más atención para descubrir qué debe entender cuando estas se usan. El uso de palabras polisémicas implica que el autor deba aclarar el contexto, y en ocasiones deba dar más detalles sobre su significado específico (en cuyo caso, se debería usar un término menos ambiguo). El objetivo de la comunicación clara y concisa es que el receptor no tenga ninguna equivocación sobre lo que se quería transmitir. Una excepción a esto podría incluir a un político que intencionadamente juega con las palabras para así conseguir apoyos basado en deseos múltiples e incluso contradictorios. La ambigüedad es una herramienta importante en la política.

Más problemáticas son las palabras cuyos sentidos expresan conceptos estrechamente relacionados. Bueno, por ejemplo, puede significar ‘útil’ o ‘funcional’ (es un buen martillo), ‘ejemplar’ (es una buena estudiante), ‘agradable’ (la sopa está buena), ‘que tiene honradez’ (es una buena persona), ‘que tiene un buen tipo’ (su novio está muy bueno), etc. Así, no está claro qué se quiere decir con: “tengo una hija buena”. O como veremos en la imagen siguiente, la palabra solo:
-AMBIGÜEDAD SINTÁCTICA: aparece cuando una frase o una oración compleja se pueden analizar de varias formas:

Ej.: “Compró los libros baratos”: en esta construcción baratos puede ser el adjetivo de libros, esto significaría que había libros caros y baratos y que compraron los baratos; también puede considerarse como un complemento predicativo, en este caso el emisor de esta frase nos está diciendo que logró comprar los libros baratos.

Este tipo de ambigüedad suele aparecer con adjetivos que pueden funcionar como adverbios, un ejemplo de ello podría ser:

“arregló el camión solo/rápido”: esto podría significar que una persona sola arreglara el camión o que esa única persona solo arreglara un camión; en el caso de “rápido” puede considerarse que hay varios camiones y solo arreglan el rápido, o que la persona que ha arreglado el camión lo haya hecho rápidamente.

“la fotografía”: podemos considerar que “fotografía” es un sustantivo, pero también puede ser un pronombre, así pues, significaría que una persona A está fotografiando a una persona B.

-AMBIGÜEDAD FONÉTICA: este tipo de ambigüedad se da cuando hay varios modos de componer un conjunto de sonidos en palabras, ejemplos de ello son:

"¿qué es de Pilar?”: puede entenderse como: “¿qué es depilar?

“¿me diste la caja?”: fácilmente confundible con “¿mediste la caja?”

-AMBIGÜEDAD SEMÁNTICA: se da cuando una palabra o concepto tiene un significado difuso basado en el uso informal o generalizado. Ejemplos de ello son:

“le compró flores”: el complemento indirecto (le) puede referirse al destinatario de las flores, es decir, a la persona a la que van dirigidas: “le compró flores (a María)”; o puede referirse a la persona que las vende.



Por último, después de explicar y ejemplificar los tipos de ambigüedad, cabe comentar que, en muchas ocasiones, se utiliza la ambigüedad para hacer reír. Esto lo veremos, próximamente, en una entrada que estamos preparando sobre una serie española que utiliza, entre otros, la ambigüedad como proceso de desautomatización.

ALBA NEGRE

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