El lenguaje castellano es un lenguaje bastante
difícil de aprender, no solo por la gramática o el vocabulario, sino también
por las excepciones y acepciones, que son muy abundantes en nuestro idioma.
Según el diccionario de la Real Academia Española,
una acepción es "cada uno de los significados de una palabra según los contextos en
que aparece’’.
Una
palabra puede tener más significaciones, y la significación depende muchas
veces del contexto. Por ejemplo la
palabra aire, que puede referirse al
fenómeno atmosférico, es decir, sinónimo viento,
también se puede usar dependiendo del contexto comunicativo en expresiones
como: ‘’estar en el aire’’, referido
a cuando programas de radio o televisión están en directo; ‘’darle un aire’’, cuando nos referimos al parecido entre dos
personas; o ‘’faltar un aire’’, menos
frecuente.
Otro
ejemplo es la palabra carrera, esta puede
ir referida a una competición deportiva, a los estudios superiores, a una
calle, etc.
Con toda
esta información podemos decir que es muy probable que una palabra tenga más
significaciones o, mejor dicho, acepciones, que solo una.
Y si casi
todas las palabras tienen tantas acepciones ¿cómo es posible, para un hablante
no nativo del castellano, entender y saber todas?
En el
programa Herrera en la onda de la
radio Onda Cero España, había una
sección que trataba las acepciones en castellano. En este programa, se han
usado palabras como “cojones” y sus
muchas acepciones. Todo depende del contexto, de la situación en la que se use
la palabra. En el programa, se explica las diferencias en los significados que
dependen de los diferentes contextos:
- Número utilizado
- Combinación con un verbo
- El tiempo del verbo utilizado
- Prefijos y sufijos
- Preposiciones
- El color – la forma – la textura – el tamaño
- Interjección
Para un
extranjero es imposible saber y entender todos los diferentes significados. Si
yo, como extranjera, comparo el castellano con mi lenguaje, que es el holandés,
no puedo encontrar ninguna palabra que tenga tantas acepciones como la palabra “cojones”, ni como la palabra aire, por ejemplo.
En
conclusión, pienso que no hay otra lengua en el mundo con la que se puedan
decir tantas cosas diferentes con una misma palabra.
¡Qué rico
es el castellano!
ELINE VAN DER VELDEN
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