El lenguaje no verbal se
refiere a los mensajes que se envían a través de los gestos corporales y
expresiones faciales. Los expertos afirman que solo el 7 % de nuestra
comunicación se realiza de manera verbal, el resto de la comunicación la
hacemos por medio de nuestro lenguaje corporal, tono de voz y las expresiones
faciales. Toda la vida estuvimos enviando mensajes a los demás a través de
nuestra postura, los gestos y expresiones, sin darnos cuenta que esto estaba
sucediendo.
Vamos a centrarnos en dos aspectos: las expresiones y los
gestos.
LAS
EXPRESIONES
Según la teoría de Knapp, el rostro es rico en
potencialidad comunicativa. Por ello y debido a su gran visibilidad, suele
prestarse mucha atención a los mensajes expresados por el rostro de los demás.
Un aspecto muy importante es
que hay reglas de expresión que aprendemos, como por ejemplo no reírse en los
funerales, y que ciertas manifestaciones de afecto son adecuadas en
determinados lugares y momentos e inadecuadas en otros.
Otro aspecto importante de
nuestras expresiones faciales estriba en el hecho de que no siempre
representamos estados emocionales simples o “puros”, en los que, por ejemplo,
todas las partes del rostro muestren cólera. Sino que, por el contario, el
rostro es portador de múltiples emociones, que se denominan mezclas de afectos.
Aunque el rostro es capaz de
realizar cientos de movimientos distintos y de comunicar muchos estados emocionales,
los investigadores se han centrado desde 1940 fundamentalmente en la sorpresa,
el miedo, el cólera, el disgusto, la felicidad y la tristeza.
Es necesario destacar que no
parece que exista una zona del rostro que revele mejor las emociones, sino que
para cada emoción particular hay una zona concreta de la cara que es la que
produce la mayor información acerca de dicha emoción.
El estudio realizado por
Ekman, Friesen y Tomkins (“Facial affect Scoring Technique: A first Validity
Study”) demuestra que todas las personas compartimos unos rasgos comunes en
cada expresión facial. A continuación veremos algunos ejemplos:
• Sorpresa:
• Miedo:
• Felicidad:
• Tristeza:
• Ira:
• Asco:
LOS
GESTOS
Los gestos son movimientos del
rostro y de las manos con los que expresamos diversos efectos del ánimo. Por
ejemplo: sonreímos cuando estamos alegres o algo nos causa gracia, o nos
ponemos tristes cuando algo nos molesta o nos hace años. Los gestos han sido
catalogados de distintas maneras según la época y los autores.
La autora Sandra Cerny Milton
(Dance Mind & Body, 2003), clasifica el movimiento con capacidad de comunicación
en cinco tipos:
- Gestos emblemáticos
- Gestos ilustrativos o ilustradores
- Gestos que expresan estados emotivos
- Gestos reguladores de interacción
- Gestos de adaptación
Y la gran Doris Humphrey (Ther
art of Making Dances, 1959), clasificó el gesto en cuatro tipos:
- Gesto social
- Gesto funcional
- Gesto ritual
- Gesto emocional
Además de estas dos
clasificaciones, los gestos pueden clasificarse en dos tipos: innatos y
adquiridos.
Los gestos innatos
corresponden a aquellos gestos que compartimos todos los humanos, sin importar
nuestro origen cultural o social. Todos los humanos reaccionamos de la misma
forma o de manera similar, con un reflejo-respuesta a estímulos como la
alegría, la tristeza, el miedo, la ira, el asombro, etc.
Por ejemplo: levantamos las
cejas y ponemos los labios en O para expresar sorpresa. Arrugamos el ceño y las
cerramos apretadamente los ojos por el dolor de habernos golpeado alguna parte
del cuerpo. Fruncimos el entrecejo cuando algo nos molesta.
Los gestos adquiridos, en
cambio, son aquellos que aprendemos por medio de la imitación de los gestos que
hacen las personas que nos rodean.
Varían en cada cultura y su uso depende en gran medida de la situación
comunicativa, formal o informal, en la que nos encontramos. Por ejemplo: aprendemos
a aplaudir de gozo cuando presenciamos un espectáculo que nos gusta. Los
occidentales nos estrechamos las manos saludando a alguien. Los orientales, en
cambio, se saludan inclinando el cuerpo hacia adelante.
Para concluir, podemos decir que el significado de todo mensaje no verbal
variará de acuerdo con una multitud de factores, por ejemplo, el contexto
cultural y ambiental, la relación entre los comunicantes, la intensidad y la
duración del mensaje, la percepción de dicho mensaje como intencional o no,
etc. Además, también hay que tener en cuenta que el lenguaje no verbal se puede
fingir.
No es una materia sobre la que se hayan hecho muchos
estudios a lo largo del tiempo, pero las
investigaciones acerca de la comunicación se han incrementado en los últimos años
debido a que los científicos han comenzado a sentirse atraídos por el tema.
MARÍA ROSELLÓ
No hay comentarios:
Publicar un comentario